Descubre los Diversos Tipos de Osteoporosis y Cómo Manejarlos

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Osteoporosis: Causas, Síntomas y Tratamientos

¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis es el tipo de enfermedad ósea más común. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como una dolencia "caracterizada por una masa ósea baja y el deterioro microestructural del tejido óseo, lo que lleva a una mayor fragilidad de los huesos y al consiguiente aumento del riesgo de fractura".

Esto significa que la osteoporosis reduce la densidad y la calidad de los huesos, haciéndolos más porosos y aumentando el riesgo de fracturas. Estas fracturas pueden afectar principalmente a la columna vertebral, las muñecas, la cadera, la pelvis y el húmero.

¿Quién padece osteoporosis?

Según la Asociación Española Contra la Osteoporosis (AECOS), cerca de tres millones de personas padecen esta enfermedad en España, la mayoría mujeres. Una de cada tres mujeres sufre osteoporosis después de la menopausia.

A pesar de estas cifras, el 80% de quienes presentan riesgo elevado de osteoporosis y han sufrido al menos una fractura no han sido diagnosticados ni han recibido tratamiento.

¿Qué provoca la osteoporosis?

La masa ósea, que alcanza su pico máximo entre los 30 y 35 años, comienza a disminuir de manera natural con la edad. Esta pérdida afecta más a las mujeres debido a la disminución de estrógenos durante la menopausia. Otros factores como el sobrepeso, la falta de ejercicio y una baja ingesta de productos lácteos también influyen.

Es crucial adquirir una buena masa ósea durante la infancia y juventud a través de una alimentación adecuada y ejercicio regular para fortalecer los huesos.

¿Qué tipos de osteoporosis existen?

La osteoporosis primaria (no provocada por otras enfermedades o medicamentos) se clasifica en:

  • Tipo I o postmenopáusica: Provocada por la falta de estrógenos en mujeres de 50 a 75 años.
  • Senil: Consecuencia de una deficiencia de calcio producida por el envejecimiento, afectando a mayores de 70 años.
  • Idiopática juvenil o del adulto: No tiene causa conocida.

¿Y qué factores de riesgo?

Además del género y la edad, otros factores que aumentan el riesgo de osteoporosis incluyen:

  • Antecedentes familiares de osteoporosis.
  • Raza: Más común en poblaciones blancas y asiáticas.
  • Constitución física: Personas con una constitución ósea pequeña o delgada.
  • Menopausia prematura.
  • Desequilibrios hormonales.
  • Malnutrición o dietas bajas en calcio y vitamina D.
  • Trastornos alimenticios.
  • Consumo de tabaco o abuso de alcohol.
  • Sedentarismo.
  • Enfermedades específicas que afectan los huesos.
  • Uso prolongado de ciertos medicamentos.
  • Antecedentes personales de fracturas por traumas leves.

¿Cuáles son sus síntomas?

La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que no presenta síntomas en sus etapas iniciales. A menudo, es la primera fractura la que lleva a descubrir la enfermedad. Estas fracturas suelen ser:

  • Fracturas de repetición de huesos largos.
  • Fracturas vertebrales causadas por pequeños movimientos.

En España, se producen aproximadamente 100,000 fracturas debido a la osteoporosis cada año, siendo las más comunes las de vértebra y cadera.

¿Cómo se diagnostica la osteoporosis?

El diagnóstico de la osteoporosis se realiza mediante una densitometría, que mide la masa ósea y permite un diagnóstico precoz con mínima exposición a radiaciones. Además, las radiografías y análisis de sangre y orina pueden ser necesarios si se sospecha que la osteoporosis está causada por otra afección.

¿Cómo se trata?

El tratamiento de la osteoporosis tiene como objetivo evitar las fracturas y se basa en las siguientes medidas:

Medidas no farmacológicas

  • Actividad física regular, al menos tres días a la semana.
  • Abandonar el consumo de tabaco y alcohol.
  • Dieta rica en calcio y vitamina D.
  • Ingesta adecuada de proteínas.
  • Prevención de caídas mediante el uso de zapatillas de goma y retirada de obstáculos en el hogar.

Medidas farmacológicas

  • Medicamentos que frenen la pérdida de masa ósea y favorezcan la formación de tejido óseo.
  • Suplementos de calcio y vitamina D bajo supervisión médica.

Cirugía

En casos de dolor intenso e incapacitante, puede ser necesario recurrir a cirugías como la cifoplastia o la artrodesis vertebral.

¿Y las personas intolerantes a la lactosa o que no les gusta la leche?

Para quienes son intolerantes a la lactosa o no les gusta la leche, es posible obtener calcio y otros nutrientes esenciales de otras fuentes como:

  • Verduras: Espinacas, acelgas, brócoli.
  • Legumbres: Judías blancas, lentejas, garbanzos.
  • Yema de huevo.
  • Pescados: Sardina, salmón, lenguado.
  • Gambas y frutos secos (excepto la castaña).

Además, existen leches sin lactosa y complementos nutricionales de lactasa, disponibles en cápsulas o comprimidos masticables, que facilitan la digestión de productos lácteos en personas intolerantes a la lactosa.

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