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Tabla de Contenido
- ¿Qué son los tendones?
- ¿Cómo es el hombro y qué es el manguito rotador?
- ¿Qué es la tendinitis del manguito rotador?
- ¿A quién afecta la tendinitis del hombro?
- ¿Cuáles son los factores de riesgo?
- ¿Cuál es la causa de la tendinitis del hombro?
- ¿Qué síntomas produce la tendinitis del hombro?
- ¿Cómo se diagnostica y cómo se trata?
¿Qué son los tendones?
Los tendones son tejido conectivo fibroso que, en forma de banda o cordón, conecta los músculos a los huesos. Son muy resistentes y flexibles y transfieren la fuerza generada por el músculo al hueso, permitiendo el movimiento de las articulaciones.
¿Cómo es el hombro y qué es el manguito rotador?
El hombro es la articulación con mayor movilidad del cuerpo humano. Su estructura está compuesta por varias articulaciones, tres huesos distintos —el húmero, el omóplato o escápula y la clavícula— y un importante número de músculos y tendones, entre ellos, los que componen el manguito rotador.
El manguito rotador está formado por los músculos supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular, los cuales estabilizan el hombro y permiten movimientos como la abducción, rotación externa e interna y aducción del brazo. Esta estructura adhiere la cabeza del húmero al omóplato y permite la movilidad del brazo.
¿Qué es la tendinitis del manguito rotador?
La tendinitis del manguito rotador incluye la inflamación de los tendones del hombro, así como pinzamientos y desgarros parciales o totales. Está causada por la repetición excesiva de movimientos de rotación y abducción, así como por desgaste natural, traumatismos y enfermedades reumáticas.
El principal síntoma es un dolor sordo en el hombro asociado al movimiento del brazo, que puede extenderse hasta el brazo y afectar a la movilidad. El tratamiento suele incluir reposo, aplicación de frío, fisioterapia, antiinflamatorios y, en algunos casos, infiltraciones de corticoides o cirugía.
¿A quién afecta la tendinitis del hombro?
Esta lesión es frecuente entre deportistas que realizan movimientos repetitivos del brazo por encima de la cabeza, como tenistas, nadadores y levantadores de pesas. También afecta a personas en profesiones que requieren estos movimientos, como carpinteros y pintores. Además, el desgaste por la edad hace que sea común en personas mayores de 60 años.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Los factores de riesgo incluyen la práctica de deportes y profesiones que exigen movimientos repetitivos del brazo por encima de la cabeza, la edad avanzada y un componente genético, ya que esta lesión puede ser más frecuente en algunas familias.
¿Cuál es la causa de la tendinitis del hombro?
La tendinitis del hombro está provocada por la sobrecarga y uso excesivo de la articulación, lo que genera estrés continuado en los tendones del manguito rotador. También pueden influir la edad, traumatismos, caídas y enfermedades reumáticas. El flujo de sangre hasta los tendones es bajo, dificultando su regeneración tras una lesión.
¿Qué síntomas produce la tendinitis del hombro?
El síntoma principal es el dolor en el hombro, que inicialmente se presenta solo durante actividades que requieren levantar el brazo por encima de la cabeza. Si no se trata adecuadamente, el dolor puede aparecer en reposo y durante la noche, afectando al sueño. También puede limitar o imposibilitar el movimiento de rotación externa del hombro.
El dolor puede afectar actividades cotidianas como vestirse, peinarse y alcanzar objetos, así como practicar deportes o actividades profesionales que requieran levantar el brazo por encima de la cabeza.
¿Cómo se diagnostica y cómo se trata?
El diagnóstico lo realiza un profesional de la medicina mediante la historia clínica y la exploración física. En algunos casos, puede ser necesaria una resonancia magnética si el tratamiento conservador no es efectivo.
El tratamiento incluye:
- Reposo: Evitar actividades que causen dolor, especialmente aquellas que impliquen levantar el brazo por encima de la cabeza.
- Aplicación de frío: Colocar hielo envuelto en una toalla o bolsas de gel frío cada cuatro horas durante veinte minutos.
- Fisioterapia: Una vez que el dolor cede, fortalecer músculos específicos mediante ejercicios supervisados.
- Antiinflamatorios: Empleo de AINEs bajo indicación médica y, en algunos casos, infiltración con corticoides.
- Cirugía: En casos severos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica, especialmente si hay desgarros significativos.
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